domingo, 6 de septiembre de 2009

NO LLORES POR MÍ ARGENTINA


Como señaló alguien alguna vez "el día en que Brasil tenga orden táctico, se acabó, los demás tendremos que jugar por el segundo lugar". Eso fue precisamente lo que le sobró el día de ayer al seleccionado carioca en el Gigante de Arroyito, orden táctico; y es que, no recuerdo nunca antes haber visto a un equipo brasileño tan bien parado dentro del campo de juego, seamos honestos Argentina no estuvo en ningún momento ni cerca de poder emparejar las acciones.
En Rosario, pudimos apreciar el perfeccionamiento de una nueva escuela de fútbol brasileño, la misma que se viene cocinando desde hace un tiempo atrás con la llegada de Dunga a la escuadra verdeamarelha. Aparentemente este equipo habría logrado lo que no pudieron hacer sus antecesores, encontrar el equilibrio entre el 'jogo bonito' y el orden táctico, tal vez más característico del fútbol europeo. Sin embargo, esto no se consiguió por arte de magia, ni de la noche a la mañana, nunca es así (aunque algunos peruanos parecieran creer lo contrario); fue obra de un trabajo organizado, en el cual el D.T. carioca tuvo un papel preponderante. Carlos Caetano Bledorn Verri, mejor conocido como Dunga, fue uno de los mejores mediocampistas de contención de la historia de su país, además de un buen distribuidor de pelota y un gran líder dentro del campo; cualidades que parece estar repitiendo en su trabajo como entrenador de la selección de Brasil.
Sin duda, hoy más que nunca, el quipo brasileño es un cuadro casi imposible de derrotar. ¡Cuidado Sudáfrica 2010 que se viene el nuevo Scratch!

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